Transposición de la DEMUD
En su reunión del 30 de marzo, el Grupo de Bibliotecas y Propiedad Intelectual de FESABID ha calculado que la incorporación de la DEMUD en la legislación española difícilmente cumplirá los plazos previstos y, por tanto, probablemente será más tarde de junio de 2021.
FESABID | 3 ABRIL 2020
En diciembre de 2019 presentamos alegaciones al borrador del anteproyecto de ley. Los nombramientos derivados del nuevo gobierno a partir de enero de 2020 y la llegada de la pandemia a España obligarán, posiblemente, a ralentizar la transposición de la DEMUD.
FESABID esperará al final del confinamiento por la COVID-19 para solicitar un calendario de cumplimiento al Ministerio de Cultura y ha contactado con los grupos del Congreso y el Senado para exponer el punto de vista del colectivo bibliotecario.
Nuestras reivindicaciones:
– Que la transposición se haga conforme a la DEMUD, sin añadir nuevas cesiones a colectivos de gestión de derechos.
– Que en España, de acuerdo con la DEMUD, se permita la minería de datos y de textos como una oportunidad para el avance científico español.
– Que el uso analógico o digital de obras con finalidad educativa en bibliotecas, archivos y museos quede amparada sin cortapisas.
– Que se mejore sustancialmente la solución para las obras huérfanas. Son obras que están en archivos, museos y también bibliotecas sobre las que no se conoce quién es el titular de los derechos (revistas de los años cuarenta o cincuenta, colecciones de fotografías de ciudades o retratos, de los años sesenta, programas de radio locales de los años setenta, etc.). España está a la cola de Europa en ese reconocimiento.
– Que las bibliotecas puedan disponer con libertad (difundir) las obras descatalogadas o fuera de comercio. Actualmente están en tierra de nadie, y por las limitaciones de nuestra ley no podemos actuar.
En relación con los polémicos artículos 15 (pago a las editoriales de prensa por su uso de noticias en Internet) y 17 (limitación a usos personales en plataformas de Internet), el uso privado o no comercial debe quedar al margen de esos límites. Reivindicamos que bibliotecas, archivos y museos queden también libres de esos condicionantes: no implícitamente como ahora, sino explícitamente, como reconocimiento a su aportación al interés general.