Defensa de la profesión y cambio generacional
Esta noticia repasa el estado legal de las profesiones de nuestro sector y revisa la situación del acceso a la profesión en el sector público y en el sector privado.

FESABID | 31 ENERO 2023
¿A qué retos se enfrenta la profesión? ¿Cuáles son aquellos a los que tendremos que hacer frente desde las entidades profesionales?
Antecedentes
El Grupo de Trabajo de Defensa de la Profesión (GTDP) es un grupo de trabajo estable en la estructura de FESABID que trabaja en la línea de defensa del ejercicio profesional. La aparición de este grupo de trabajo responde al plan estratégico 2015-2017 de FESABID en el que se aboga por el Fortalecimiento de las Asociaciones y Colegios Profesionales dentro del programa F3 (Formación, fortalecimiento, FESABID), basándose en la metodología BSLA – Building Strong Library Associations de la IFLA.
Una de las primeras actividades que realiza el GTDP es el desarrollo de una encuesta que permita esbozar un primer estado de la cuestión y con los resultados elaborar el Mapa de situación de la defensa de la profesión en las asociaciones y colegios (2019). Este Informe propone la creación de un Observatorio Defensa de la Profesión, que se constituye a finales de 2019 con la participación de un representante de cada entidad federada en FESABID.
A partir de 2020, el Observatorio realiza acciones de defensa de la profesión dirigidas tanto al sector público como privado y está centrado, sobre todo, en la denuncia pública en la contratación de personal: categorías, funciones y retribuciones, aunque estas acciones son solo unas de las que el Observatorio pretende abarcar para incidir en la defensa de la profesión.
Por defensa de la profesión entendemos aquellas cuestiones que afectan a profesionales de nuestro sector y que tienen que ver con las convocatorias de puestos de trabajo, ofertas de empleo, funciones, reglamentos y reconocimiento de la profesión y de los servicios en que trabajamos.
El ejercicio profesional
Hay una cuestión fundamental que tiene que ver con la defensa de la profesión y el cambio generacional: la “profesionalización”, entendida como la necesidad de acceder a nuestras actividades profesionales con una titulación que respalde el acceso, evitando de esta manera el intrusismo profesional.
Sobre la profesión regulada y las posibilidades de acceder a ella, FESABID encargó un estudio interno a un gabinete de abogados para determinar las posibilidades y vías legales de conseguir la regulación. El estudio hace hincapié en las directrices europeas y cómo afectan a nuestra profesión. La directiva 2005/36/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 7 de septiembre de 2005, relativa al reconocimiento de cualificaciones profesionales, define las profesiones reguladas en los siguientes términos: «profesión regulada», la actividad o conjunto de actividades profesionales cuyo acceso, ejercicio o una de las modalidades de ejercicio están subordinados de manera directa o indirecta, en virtud de disposiciones legales, reglamentarias o administrativas, a la posesión de determinadas cualificaciones profesionales; en particular, se considerará modalidad de ejercicio el empleo de un título profesional limitado por disposiciones legales, reglamentarias o administrativas a quien posea una determinada cualificación profesional.
Respecto a las profesiones relacionadas con la Documentación e Información, el Estado español hasta ahora no ha considerado que deba regular su ejercicio, por lo que en la actualidad su desempeño es libre y no sujeto a titulación específica. Sí se ha establecido para este sector un plan de estudios que contempla las enseñanzas requeridas para obtener una titulación en este campo, que engloba a los profesionales que trabajan en bibliotecas, centros de documentación y archivos, así como a gestores de contenidos en todo tipo de organizaciones. Ahora bien, la superación de estos estudios y la consiguiente obtención del título no es un requisito obligatorio para ejercer la profesión.
Este estudio se debatió dentro del Observatorio de la Profesión y a raíz del mismo se llevó a cabo en Madrid, el 18 de enero del 2022, el II Foro de Reflexión de FESABID: Profesión, Profesionales, Profesionalización.
Acceso a la profesión
Administración Pública
Con contadas excepciones, la mayoría de las normativas específicas en leyes y reglamentos, tanto estatales como autonómicas, no indican la necesidad de contar con una titulación específica para acceder a un puesto de trabajo en la administración como archivera/o, bibliotecaria/o, documentalista o museóloga/o. Para poder acceder a cualquiera de estos puestos se requiere una titulación de acuerdo a la categoría y funciones laborales, así A1 y A2 requerirían titulación de licenciatura o grado, C1 Bachillerato y C2 ESO o equivalentes. Pero, en todos los casos, no se determina en qué formación específica tiene que estar realizada la titulación en el caso de los puestos de categoría superior A1 y A2.
Las características y titulación de acceso para los cuerpos superiores son determinadas por la Ley de Función Pública del estado o de su aplicación similar en cada comunidad autónoma. Así, la mayoría de las leyes determinan que para nuestras áreas se demande principalmente titulaciones relacionadas con las ciencias sociales y humanidades, no siendo exclusivas, e incluyendo dentro de éstas a las relacionadas con la gestión de la información y la documentación en cualquiera de sus denominaciones.
Una excepción a esta norma es la que incluye la Ley de Bibliotecas de Cataluña que recoge que, para los puestos de facultativos A1 de bibliotecas, deberán estar en posesión de titulación específica. Por lo que conocemos en el caso catalán, se está cumpliendo esta norma en el acceso a los puestos de facultativos. Esta sería una vía a explorar en las nuevas leyes de bibliotecas y archivos que se puedan crear, o en la reforma de las ya existentes, para que se reconozca la titulación específica. En todo caso, la tendencia en la administración es la contraria, que se reconozca cualquier
persona con titulación superior para poder ejercer puestos de dirección de servicios de información y documentación.
Un caso reciente ha sido el de la Biblioteca Regional de Murcia en la que ha accedido al puesto una persona proveniente de educación sin ningún conocimiento de nuestra área y que desde el Observatorio hemos manifestado nuestro rechazo. En todo caso es tendencia en las administraciones actuales, y la mayoría de puestos relacionados con las jefaturas de servicios ya están ocupados por personal de administración y no de titulaciones específicas. En algunas comunidades ya hay rumores de comenzar a ocupar puestos de direcciones de servicios como bibliotecas y archivos a personal de administración. Lamentablemente para la profesión, esa es la tendencia a corto plazo y tendremos que seguir presionando desde las entidades profesionales para reivindicar que se reconozcan los conocimientos específicos para cubrir los puestos de responsabilidad.
Auxiliares
El caso de auxiliares de bibliotecas y auxiliares técnicos de bibliotecas es diferente y, peor aún desde el punto de vista del reconocimiento de la profesión o de titulación específica. En estos casos la equivalencia a los grupos C1 y C2 no exigen conocimientos especializados.
Carrera profesional
Por un lado, debemos exigir las posibilidades de poder ejercer una carrera profesional dentro del sector, por lo que, en caso de existir cuerpos C2, debemos demandar bien que existan también C1 o bien que pasen todos a ser C1 mediante titulación exigida (Bachillerato o equivalente) y pruebas concretas. Esto permitiría poder realizar carrera profesional dentro del cuerpo.
Certificación profesional
Por otro lado, nos encontramos con la necesidad de que para estos puestos se demande también conocimientos específicos y que no cualquier persona sin conocimientos pueda ocuparlos. Para poder conseguir reconocimiento profesional para este sector en Andalucía y Aragón se consiguió implantar la certificación profesional a través de las unidades de competencia profesional en bibliotecas (no para los otros servicios de información y documentación). En Galicia también se lleva años intentando, de momento sin resultado, conseguir la certificación profesional. De esta manera podremos presionar a la administración a que, para cubrir estos puestos, se exija formación específica o experiencia laboral durante un mínimo de tiempo para poder acceder a estos puestos.
Empleo en el sector privado
El sector privado va normalmente a rebufo de lo que acontece en la administración y no podemos exigirle a la empresa lo que la administración no demanda. Aun así, en muchos casos, la empresa sí demanda perfiles y titulación específica para asegurarse que los puestos que necesita cubrir estén ocupados por personas bien formadas y que, por lo tanto, puedan resolver las funciones para lo que son contratados. A pesar de esto, nos encontramos con muchas casuísticas en las que se piden titulaciones de categorías inferior para realizar funciones de categoría superior.
Esto no es exclusivo de la empresa, también muchas administraciones lo realizan, sobre todo las locales que tienen menos conocimientos sobre las tareas y funciones que debemos realizar y que pueden valorar muy poco el trabajo que se realiza en los centros de gestión de la información y documentación. Es conocido el caso del ayuntamiento de Gádor que visibilizamos desde el Observatorio de FESABID en el que se demandaba puesto de auxiliar de archivos y bibliotecas para realizar funciones de categoría superior. Finalmente se consiguió parar el proceso que esperamos que retomen cumpliendo nuestras demandas.
En el sector privado además de estas casuísticas sobre titulación, tareas y funciones una de las demandas principales de las reivindicaciones profesionales es la remuneración del trabajo y que este se corresponda realmente con las tareas realizadas.
Concursos Públicos
En la mayoría de casos, las empresas especializadas realizan su trabajo para la administración accediendo a servicios a través de contratos menores, o mediante licitaciones a concursos públicos para proyectos de mayor envergadura y que puede, en muchos casos, suponer la gestión directa de servicios que incluye la gestión de personal.
Las condiciones del personal en los contratos de servicios a través de empresas no siempre son decisiones de la propia empresa, normalmente es la propia administración la que no incluye requisitos de formación, conocimientos y titulación exigida, así como rebaja tanto las condiciones económicas que obliga a que las empresas tengan que ir al límite en los sueldos o en la gestión de los servicios contribuyendo a la precariedad de los mismos. Casos de este tipo tenemos recientemente como la gestión de las bibliotecas municipales de Coruña.
Sobre la mejora de las condiciones laborales del sector profesional en el ámbito privado se ha conseguido firmar el primer convenio sectorial en la provincia de Gipuzkoa llegando a acuerdo entre el sector empresarial y el sindical. Sobre esta cuestión, y la contratación pública responsable, habla Yanira Díaz de Aránguiz López de Uralde, vocal de FESABID, en su comunicación «Las asociaciones profesionales como agentes impulsores del cambio en el modelo de contratación de la administración».
Perfiles profesionales
Otro campo abierto es la configuración de los perfiles profesionales. En la segunda edición, del año 2019, el documento del Grupo de Trabajo de Perfiles Profesionales del Consejo de Cooperación Bibliotecaria «Perfiles profesionales del sistema bibliotecario español: fichas de caracterización» aporta las características que debe tener el personal de las bibliotecas y es una herramienta fundamental para realizar nuestro trabajo ya que, ante la inexistencia de normas que regulen legalmente la profesión, es la única herramienta que nos permite reclamar, ante convocatorias públicas, la figura profesional que corresponda a cada proceso de selección según las funciones demandadas.
Echamos en falta que desde la administración se trabaje en documentos similares para archivos y museos.
Formación, oposiciones y nuevos roles
Dentro de FESABID existe otro grupo sobre nuevos roles y que tiene mucho que ver con el cambio generacional.
Formación
Dentro de la formación tenemos que hablar de la formal o reglada y la no formal o no reglada. En la no formal está la labor que realizamos desde las asociaciones y colegios que, salvo en determinados casos, no son tenidas en cuenta por la administración a la hora de ser valorada en los procesos selectivos, pero que son fundamentales para mantener la actualización ante los distintos retos profesionales. En esta categoría entran también las impartidas por academias, empresas y otras entidades.
Dentro de la formación no reglada, pero valorada por la administración, está la que organizan las propias entidades públicas, servicios de bibliotecas archivos y museos, consejerías con competencia en estas áreas, las escuelas de administración, la FEGAMP u organismos similares en otras administraciones, que sí son tenidos en cuenta y que a veces son organizadas en colaboración con las propias entidades profesionales.
La formal reglada por excelencia es la realizada por las universidades que, como en otros muchos otros itinerarios formativos, se encuentra en permanente crisis y en estado de reinvención. Ante esto se ha creado RUID, Red de centros y departamentos Universitarios españoles de Información y Documentación, que pretende identificar las titulaciones existentes y compartir experiencias e iniciativas con respecto a la puesta en marcha de los nuevos planes de estudio adaptados al EEES. Es una buena iniciativa porque permitirá resolver en conjunto los problemas de formación profesional universitaria y nos permitirá colaborar con un único interlocutor defendiendo propuestas que se adapten mejor a las demandas de los y las profesionales.
Oposiciones
Las oposiciones son otro de los aspectos a tratar tanto desde las entidades profesionales como desde la formación reglada. Existe una desconexión entre la realidad de la formación y las demandas de la administración para acceder a los puestos de trabajo. En este aspecto, y teniendo en cuenta lo señalado más arriba de que no se trata de una profesión regulada, el acceso a la administración está más relacionado en muchas ocasiones con el conocimiento de la propia administración, y sus leyes y normas, que con el conocimiento profesional.
La propia administración es consciente de esto y se están planteando modificar los temarios y las pruebas de acceso. Lo que no quiere decir que se vaya a lograr en un plazo corto de tiempo, pero en todo caso es un camino que se comienza a andar y que, desde la administración central, podrá ir llegando al resto de las administraciones. El propio Consejo de Cooperación Bibliotecaria ya proponía en el mismo grupo de trabajo de perfiles profesionales, una propuesta sobre el temario de las oposiciones en los diferentes niveles del personal de bibliotecas.
Nuevos roles
En cuanto a los nuevos roles, es evidente, por lo menos en el caso de las bibliotecas y también de los museos, y viendo ejemplos de lo que está sucediendo en otros países de nuestro entorno, que el papel de “bibliotecaria/o”, “archivera/o” y “museóloga/o” es solo uno de los roles con los que nos encontramos en nuestros servicios.
Dependiendo del lugar en que trabajemos se demandan roles centrados en otros aspectos sociales, culturales, tecnológicos… Ahora, a lo que tenemos que responder es a lo siguiente:
¿De qué manera acceden las personas que tienen estos roles a trabajar en los servicios de gestión de la información y la documentación? El sistema de acceso actual no permite que estas personas lleguen a trabajar en esos servicios y es algo importante que se demanda ya en la actualidad en la que el peso de la gestión documental tiene menos peso que la difusión y el acceso a la información y a los documentos, para lo que es necesario la alfabetización y la reducción de la brecha digital y evidentemente de la brecha social y cultural.
Reivindicación profesional
En lo que respecta a la Defensa de Profesión, nos encontramos ante muchos retos a los que tendremos que ir dando respuesta dentro de nuestras posibilidades, pero que no debemos dejar de lado en nuestro trabajo diario. Algunos retos en los que debemos centrarnos a corto plazo:
Administración:
-
- Reconocimiento profesional sea a través de conseguir la regularización de la profesión o de establecer en la leyes y normas específicas el papel de la formación específica y de perfiles profesionales que identifiquen las funciones que se realizan.
- Control de los procesos de selección para que sea adecuado lo demandado en el puesto de trabajo con lo solicitado para el acceso.
- Pruebas de acceso actualizadas a la demanda de nuestros servicios.
- Reconocimiento de la formación de las entidades profesionales y trabajar en conjunto con las universidades en los planes formativos adecuados a la demanda de la sociedad actual.
- Control de los concursos públicos para que los mismos reconozcan nuestra profesionalización y demandando que los costes de la licitación permitan dar servicios de calidad en igualdad de condiciones que los gestionados directamente por la administración.
Empresa:
-
- Reconocimiento profesional de categorías y funciones y de la remuneración de profesionales.
- Apoyar el trabajo de las empresas especializadas y su colaboración entre ellas y con el resto de las entidades profesionales a través del Clúster FESABID o de su propia organización patronal.
- Trabajar conjuntamente por un convenio colectivo del sector.
- En todo caso para lograr los objetivos que la profesión demanda es necesario contar con entidades profesionales fuertes que persigan estos objetivos y para lo que es necesario contar con la implicación de las y los profesionales.
Esta noticia es un resumen de la comunicación «Observatorio de la Profesión de FESABID y su papel en la defensa de la profesión», presentada por nuestro tesorero, y miembro del grupo defensa de la profesión, Xoán Manuel Pérez Lijó, en las XXI Jornadas Bibliotecarias de Andalucía celebradas en Sevilla, 11 y 12 de noviembre 2022, con el título “Nuevas realidades: nueva generación de bibliotecas y bibliotecarios” y que te invitamos a leer completa en el Boletín N° 124, Julio-Diciembre 2022, de la Asocición Andaluza de Bibliotecarios.